L@s que me seguís en Instagram y/o Facebook ya sabéis que viajé a la India durante el mes de Diciembre, era mi segunda visita al país y aun así, me impresionaron y me marcaron muchos de los momentos vividos. Hubieron momentos de tristeza, de alegría, de impotencia, de resignación… Agradecida, por supuesto, por tener la oportunidad de vivirlos y nutrirme de la experiencia.

En una de las ciudades con mayores contrastes del mundo, Bombay, conocí a una familia encantadora y entrañable que me abrió las puertas de su casa para enseñarme a cocinar algunos platos típicos indios. El hogar de esta familia se encontraba en Dharavi, un suburbio de la ciudad, conocido como la mayor área tugurial de Asia. Un millón de almas comparten apenas 3 kilómetros cuadrados de terrenos inundables y más de 60.000 chamizos de menos de 10 metros cuadrados cada uno. Sus habitantes son pobres e ‘intocables’, pero sin armas, sin violencia ni casi delincuencia.

Fue un día muy emotivo y a pesar de encontrarme en uno de los lugares más degradados del planeta me sentí muy afortunada de estar allí, jamás olvidaré ese día, sentí mucha gratitud.

Bhaviku y Bharti me enseñaron a elaborar diferentes platos veganos cocinados y he querido hacer la versión viva de uno de ellos, pakoras de cebolla o bhayi. La receta original es una fritura de verduras con harina de garbanzo y especias que se toman como aperitivo acompañadas de una salsa.

Espero que os guste mi versión raw, es mucho más saludable y con muchos más nutrientes que la versión original.

Ingredientes:

• 1 taza de anacardos
• 1 cebolla dulce
• 1 cucharadita de cúrcuma
• 1 cucharadita de comino en polvo
• 1 cucharadita de sal marina sin refinar
• 1/2 cucharadita de polvo de chile (opcional)
• 1 cucharada de harina de lino
• 1 taza de alfalfa (opcional)

Elaboración:

1. Dejamos en remojo los anacardos durante 4-6h, lavamos, escurrimos y reservamos.
2. Cortamos la cebolla en aros e introducimos en un cuenco.
3. Con ayuda de una batidora, trituramos los anacardos, con la cúrcuma, el comino, la sal, el chile y la harina de lino.
4. Añadimos la mezcla al cuenco de cebolla y con las manos bien limpias masajeamos la cebolla durante unos 5 minutos para que quede bien impregnada de salsa y nos quede blanda. Con el masaje reducirá y soltará agua.
5. Añadimos la alfalfa y mezclamos bien.
6. Ponemos las hojas antiadherentes en las bandejas del deshidratador y colocamos montoncitos de la mezcla.
7. Deshidratamos durante 8 horas y les damos la vuelta a cada una de ellas y seguimos deshidratando hasta que queden crujientes, el tiempo dependerá del tipo de deshidratador que tengáis.

1. Pasado el tiempo de deshidratado ya tenemos nuestras pakoras listas para ser degustadas. Os aviso que son un vicio… Tan crujientes y con el aroma de las especias… ¡Una delicia!
2. Si no las vais a consumir en el momento, es muy importante guardarlas en un recipiente hermético para evitar que se reblandezcan, si fuera así, golpe de deshidratadora de nuevo y listas para comer.