¡ Al rico coco!
Desde siempre me ha gustado el coco…
Recuerdo cuando era pequeña e iba a las ferias o mercados y allí estaba el puestecito de coco, con los chorritos de agua para que no quedara seco, siempre compraba un cucurucho con coco troceado ¡que rico!
A día de hoy, sigo comiendo coco y no solo troceado, sinó que de un coco aprovecho su agua, me hago un licuado de su pulpa obteniendo la «leche» de coco, y los restos, los deshidrato, y tengo el coco rallado para hacer galletas, añadirlo al muesli o espolvorearlo en cualquier preparación.
Para mi, el coco es un súper producto. En el mercado encontramos su aceite (para consumo alimentario y/o cosmética), azúcar, sirope, harina, leche, agua, vinagre… ¡Se aprovecha todo de él! ¡Hasta la cáscara!
Os cuento como sacarle partido a un coco en casa 😉
¿Qué necesitamos?
- 1 coco
- 1 cuchillo
- Recipientes
- Martillo
- Batidora
- Una bolsa para hacer bebidas vegetales o una tela de gasa
¡Manos a la obra!
1. Con ayuda de la punta del cuchillo abrimos los orificios del coco.
2. Vaciamos y ya tenemos el agua de coco.
3. Abrimos el coco con ayuda de un martillo, una piedra o cualquier cosa que pueda romperlo (podemos serrarlo un poquito para que rompa mejor).
4. Con ayuda del cuchillo sacamos la pulpa.
5. La introducimos en una batidora y añadimos agua mineral o filtrada hasta obtener la textura deseada.
6. Con ayuda de una bolsa de tela o una gasa, filtramos para obtener la «leche» o el licuado de pulpa de coco.
7. Aprovechamos la pulpa y la utilizamos como coco rallado, si no vais a utilizarla en el momento, aconsejo deshidratarla, en deshidratadora, en el horno a baja temperatura (40ºC) o al sol.
¡Ya tenemos nuestra agua, licuado y coco rallado!
¡ Que lo disfrutéis!
[…] Aquí os enseño como abrirlo, por favor no os hagáis daño. […]