Con el calorcito que tenemos por aquí solo apetece tomar cosas frescas y ligeras. Hoy para comer, he optado por una ensalada con esas características y  muy completa, ya que al añadir la quinoa y el trigo sarraceno se convierte en un plato único ideal para tomar en casa, en el trabajo, en la playa, en un parque o donde nos apetezca.

Tanto la quinoa como el trigo sarraceno son un pseudocereal, no pertenecen a la familia de las gramíneas y no aportan gluten, por lo que es una receta apta para celíacos.

El trigo sarraceno es muy energético y nutritivo, rico en lisina y ácidos grasos esenciales.

La quinoa es rica en proteínas con todos los aminoácidos esenciales, vitamina E, vitaminas del complejo B y minerales como calcio, magnesio, fósforo, potasio y hierro.

En el aliño, he utilizado pasta de umeboshi, su traducción literal significa “ciruela” (<< ume >>) y “seca” (<< boshi>>). Se obtiene fermentando ciruelas verdes con sal marina durante 3 años. Podemos encontrar las ciruelas enteras, en vinagre o en pasta. Rico en calcio, hierro y fósforo. Tiene un importante efecto alcalinizante del Ph sanguíneo gracias a su riqueza en ácido cítrico, es remineralizante, antiséptico intestinal y ayuda a combatir el cansancio y la fatiga crónica causada por el exceso de acidez en el organismo.

Ahora que ya conocemos un poquito más los ingredientes de esta ensalada, os cuento lo sencilla que es prepararla.

Necesitamos:

• 50 gr. de quinoa
• 50 gr. de trigo sarraceno
• Sal marina sin refinar
• 1 zanahoria
• 3 rabanitos
• 1/2 aguacate
• 1/2 guindilla roja fresca  o chilli (si te gusta el picante)
• 2 ramas de hierbabuena fresca
• Aceite de oliva virgen extra (AOVE)
• 1 cucharadita de pasta de umeboshi

Manos a la obra:

1. Lavamos la quinoa y el trigo sarraceno, lo escurrimos y lo ponemos a hervir en agua con un poquito de sal marina sin refinar, durante 15 minutos. Pasado ese tiempo, colamos y reservamos.
2. Cortamos la zanahoria, los rabanitos y el aguacate en daditos pequeños. Hacemos rodajitas la guindilla y picamos la hierbabuena.
3. En un recipiente ponemos 1-2 cucharadas de AOVE junto con la cucharadita de umeboshi y mezclamos bien, veréis que emulsiona y se forma una salsa.
4. En un bol ponemos la quinoa, el trigo sarraceno, las verduras, la hierbabuena, añadimos el aliño, mezclamos bien y ¡listo!. (Si lo queréis fresquito podéis meterlo un poco en la nevera).

¡Que aproveche!