Una de las pequeñas cosas que me gusta hacer es pasear por la playa… no importa la época del año… si tuviera que elegir, me quedaría con los paseos en otoño, es fantástico caminar por la orilla descalza, esa sensación del agua helada, agradable y dolorosa a la vez… una recarga de energía que todos deberíamos practicar de vez en cuando.
El otro día, en uno de esos paseos, después de un temporal, me dediqué a recoger pequeños trozos de madera que había arrastrado el mar hacia la arena y decidí hacer algo con ellos… Me apetecía decorar mi casa con algo de mi playa.
Y esto es lo que salió… ¡Un portavelas playero!
Solo necesité un vaso, pegamento y los tronquitos.

¡Bonito, barato y entretenido!
¡¡Feliz puente a tod@s!! Y si tenéis oportunidad… pasead descalzos por la orilla de la playa…