Esta noche toca una crema de verduras para cenar y la escogida ha sido la calabaza.
Ésta contiene nutrientes muy beneficiosos para la salud, se considera un excelente alimento por sus propiedades antioxidantes, compuestos que retrasan la oxidación de las células que provoca la acción de los radicales libres. Es rica en betacarotenos o provitamina A (los que proporcionan la coloración anaranjada), un tipo de flavonoide que se considera anticancerígeno.
Es rica en vitamina C, y contiene vitaminas del grupo B, E y ácido fólico. En cuanto a minerales, destaca el calcio, el magnesio, el manganeso y el potasio. Por su composición nutricional, es adecuada para todo tipo de dietas, mejora la salud del corazón y de la vista, previene el cáncer, es antiinflamatoria, diurética, previene el estreñimiento, y favorece la dieta de las personas diabéticas puesto que sus carbohidratos son de absorción lenta.
Y aquí os dejo la receta, lleva un poco más de tiempo por el asado de la calabaza pero creedme que vale la pena, le da un sabor que no lo tiene cuando se cocina de otra manera. Ya lo comprobaréis!
Ingredientes: 1 calabaza, 2 dientes de ajo, 1 cebolla, aceite de oliva virgen extra, guindilla, 1 cm de jengibre, 1 l de caldo de verduras, sal marina, pimienta, lima, cilantro y leche de coco.
Elaboración: asamos la calabaza en el horno cortada por la mitad y haciéndole varios cortes. Ponemos aceite, pimienta y sal en cada mitad y los ajos dentro para que también se asen.
En una olla ponemos una cucharada de aceite y sofreímos la cebolla, añadimos guindilla picada finamente (la cantidad depende del gusto al picante que tengáis).
Una vez asada la calabaza y el ajo lo añadimos a la olla (sin piel), rallamos el jengibre y añadimos el caldo. Dejamos a fuego medio 10 min, trituramos y volvemos a poner a fuego medio 10 min más.
Salpimentamos y añadimos el zumo de media lima.
Servimos con guindilla y cilantro picado y un chorrito de leche de coco.

¡¡A degustar!!